El discurso de Laura: Una velada con "Bertie" que me dejó 'speechless'

Hoy tuve una cita encantadora. No puedo creer lo emocionada que salí de cine cuando vi The King´s Speech.

Tengo sentimientos encontrados. Al principio lindaba con la lentitud pero después de diez minutos me percaté que el comienzo de la película era lo más importante.

Los colores pasteles y los grises hicieron que me imaginara de pie en una calle de Londres atacada por la inclemente lluvia y triste porque el Rey Jorge VI no puede hablar.

Me parece increíble la manera en que el director Tom Hooper manejó la fotografía. Aluciné cuando vi la profundidad de campo de las tomas, como por ejemplo, cuando el protagonista, "Bertie" (Colin Firth), caminaba al lado de su profesor de dicción, Lionel Logue (Geoffrey Rush) en medio de una hilera de árboles imponentes que se oscurecían debido a neblina londinense.

Las tomas, los planos cerrados son lo bastante cercanos para que uno pueda percatarse de las lágrimas en los ojos del Rey. La manera en que Colin Firth interpreta a este ilustre personaje de la historia es magistral. Sus labios tiemblan cuando no le salen las palabras y se percibe con nitidez cómo se mueve su garganta, al mismo tiempo que sus pensamientos (que no pasan de "fuck, fuck, fuck, fuck", en el fondo uno sabe que quiere decir: "Tengo que hacerlo")

Es totalmente impresionante la cara de los espectadores. Si quitan el sonido y las imágenes uno podría pensar que ya van a matar al protagonista o que Angelina Jolie está corriendo por una calle llena de artillería pesada. ¡¨Pero no! Esta película logra mantener la atención del público SIN UNA SOLA BALA. Realmente sorprendente.

Se me encharcaron los ojos cuando Jorge VI pudo dar su discurso, cuando vi el esfuerzo de su profesor por ayudarlo a hablar. Lo cual me hace llegar a la conlusión de que los fonoaudiólogos hacen un trabajo impresionante con sus pacientes. Un cardiólogo, una ginecóloga o un psquiatra hace recetas médicas y así cura las enfermedades (no les quito sus méritos). Un fonoaudiólogo, como lo encarnó perfectamente Geoffrey Rush, debe modificar el interior de la persona y ella misma cambia, a través del autoconomiento y de la confianza, lo que está mal en su discurso.

Normalmente saldría con muchas palabras para decir. Esta vez salí con muchas palabras para escribir. Esta película me dejó 'speechless'. Muy merecidos los premios que se ha ganado. Ésta es la prueba de que una película que 'sólo' costó 15 millones de dólares (un precio bajo para lo que Hollywood está acostumbrado) lo puede hacer igual o mejor que una de 200.

Encantadora, una obra de arte...una obra maestra.

Nos vemos en otras letras...